Millennials o Knowmads ¿Cuál es el valor para las empresas?

Últimamente estamos escuchando y leyendo mucho sobre la generación Millennial y sobre el peso de estos tanto en calidad de consumidores como dentro del mercado laboral. Ahora que entramos en septiembre y que la vuelta de vacaciones suele coincidir con nuevos procesos de selección, en EUROGAP hemos querido hacer una pequeña reflexión sobre cuál es el perfil que aporta valor a las empresas que buscan ampliar sus plantillas.

 

Millennials: ¿nueva fuerza laboral?

 

¿Y quiénes son los Millennials? Se dice que esta generación aglutina a las personas nacidas entre los años 1980 y 2000 y, en general, se considera que hacen un uso exhaustivo de las tecnologías de la comunicación y que se casan y forman una familia más tarde que las generaciones anteriores.

 

De la generación Millennial se ha dicho que es una generación mejor preparada que la anterior (aunque en realidad esta es una afirmación recurrente y parece que las nuevas generaciones siempre son mejores que las anteriores) y que, por tanto, son un buen activo para el mercado laboral. Sin embargo, y aunque lo sean, las habilidades y aptitudes pero sobre todo las actitudes que se les presuponen a los Millennials no son exclusivas de las personas nacidas entre esos años y tienen mucho que ver con la llamada mentalidad Knowmad.

 

“¿Miedo yo? ¡Nunca!”

 

El término “Knowmad” está formado por las palabras conocer y nómada y, tal y como se explica en este blog sirve para designar a aquellas personas que son capaces de ser nómadas del conocimiento. Para los Knowmad el aprendizaje constante no es un reto sino más bien un modo de entender la vida. Son conscientes de la importancia de compartir este aprendizaje y de que, como dice el proverbio africano, “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”. Los Knowmads no tienen miedo al fracaso, son creativos y son alfabetos digitales (que no es lo mismo que ser nativo digital) y, buenas noticias para todos, no tienen una edad determinada.

 

Por eso cuando nos preguntamos qué es lo que buscan las empresas debemos entender que la edad no debería ser un factor determinante a la hora de tomar una decisión y que, como nos recuerdan en el citado blog, deberíamos desterrar para siempre el “yo ya soy mayor para eso” y sustituirlo por un “¿Miedo yo? ¡Nunca!”